¿Cómo ayuda el Qi Gong al COVID Persistente?

El Qi Gong (o Chi Kung) es una práctica milenaria china que combina movimiento suave, respiración controlada y meditación para equilibrar la energía vital del cuerpo, conocida como "Qi". Su enfoque en la conexión cuerpo-mente lo convierte en una herramienta terapéutica eficaz para personas que sufren de condiciones crónicas como el COVID persistente.




Beneficios del Qi Gong en el COVID persistente.

Mejora de la función respiratoria:

Los ejercicios de respiración profunda característicos del Qi Gong fortalecen los pulmones, aumentan la capacidad pulmonar y mejoran el suministro de oxígeno al cuerpo, lo cual es crucial para quienes experimentan dificultad para respirar (disnea) o sensación de falta de aire.

Reducción de la fatiga:

Los movimientos lentos y la respiración consciente estimulan el flujo de energía en el cuerpo, reduciendo la sensación de agotamiento extremo asociada al COVID persistente.

Alivio del estrés y mejora del bienestar mental:

La práctica del Qi Gong induce un estado de relajación profunda, ayudando a reducir la ansiedad, la depresión y la niebla mental, síntomas comunes en el COVID persistente.

Regulación del sistema inmunológico:

El Qi Gong puede equilibrar el sistema inmunológico al disminuir la inflamación crónica y apoyar los procesos de recuperación natural del cuerpo.

Reducción de dolores musculares y articulares:

Los movimientos suaves y repetitivos del Qi Gong mejoran la circulación, alivian tensiones y ayudan a reducir los dolores musculares y articulares, síntomas frecuentes en esta condición.

Mejora del sueño:

Al fomentar la relajación y calmar la mente, el Qi Gong puede ayudar a regular los ciclos de sueño, combatiendo problemas como el insomnio o el sueño poco reparador.

Estabilización del sistema nervioso:

La práctica regular equilibra el sistema nervioso autónomo, promoviendo una mejor regulación de funciones corporales como el ritmo cardíaco y la digestión, frecuentemente afectadas en el COVID persistente.

Ejemplos de prácticas útiles de Qi Gong

Respiración abdominal profunda: Ayuda a oxigenar el cuerpo y relajar la mente.

Ejercicios suaves de estiramiento: Como "Abrir el pecho para expandir los pulmones", que mejora la capacidad pulmonar.

Meditación de pie: Fortalece el equilibrio físico y energético.

Secuencia "Ba Duan Jin" (Ocho piezas del brocado): Una rutina clásica que combina movimientos y respiración para promover la salud general.

Conclusión:

El Qi Gong es una práctica segura y accesible que puede integrarse fácilmente en la rutina diaria de personas con COVID persistente. Contribuye a la recuperación física y emocional, mejorando la calidad de vida de quienes lo practican de forma constante. Sin embargo, es recomendable aprenderlo bajo la guía de un instructor cualificado, especialmente para adaptar los ejercicios a las necesidades específicas de cada persona.


En mi libro "Entre la sombra y la luz" podéis ver como he estado varios años sin poder hacer los ejercicios que hacía antes de infectarme con el COVID. 

Os cuento como he ido introduciéndolos de nuevo, y cual es ahora mi rutina diaria. 

Para llegar a estar simplemente unos minutos en posición de seiza he tardado varios meses en lograrlo. Y con el ejercicio Shuai Shou Gong me ha pasado exactamente lo mismo. He pasado de hacer 500 veces diarias a ni siquiera poder hacer 5 o 10. 

Me está costando mucho aunque poco a poco lo voy consiguiendo. Y aunque, de momento, no puedo abandonarla,  porque inmediatamente me vuelven a reaparecer los síntomas, espero que esto signifique el principio de mi total recuperación.

 

Este es el enlace del Shuai Shou Gong:

¿NOS ACTIVAMOS PARA EMPEZAR LA NUEVA REALIDAD?


Enlace de BA DUAN JIN - 8 Brocados de seda:

BA DUAN JIN - 8 BROCADOS DE SEDA


Enlace de mi libro "Entre la sombra y la luz":

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